El 16 de octubre se celebra a nivel internacional el Día Mundial de la Alimentación. En 1979, la Organización de las Naciones Unidas señaló esta fecha en el calendario y, desde entonces, celebramos esta efeméride. Porque, aunque pensemos que todo el mundo tiene acceso a una alimentación equilibrada, el hambre continúa siendo un problema mundial. No solo fuera de nuestras fronteras, sino que es algo que se vive en absolutamente todos los países del mundo. Sigue leyendo, y descúbrelo todo sobre este día tan especial.
Cómo y porqué se estableció esta fecha
El Día Mundial de la Alimentación se ha convertido en una fecha de gran relevancia a nivel internacional desde que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (conocida como FAO, por sus siglas en inglés) lo declaró. Esto sucedió en 1979, en su veinteava conferencia general. Y la fecha tiene su porqué: era el día en el que se conmemoraba la fundación de la FAO, que tuvo lugar en el año 1945.
Como dato extra, debes saber que la FAO es una agencia de las Naciones Unidas que se dedica desde sus inicios a luchar contra el hambre. No solo eso, sino que también busca promover la seguridad alimentaria. Actualmente, FAO trabaja en más de 150 países para conseguir que esta efeméride tenga relevancia en el calendario. Y lo hace de forma activa, realizando cientos y cientos de eventos y actividades de divulgación. En estos, buscan involucrar tanto a entidades públicas como a organismos privados, para así conseguir el mayor apoyo. Además, promueven una conciencia a nivel internacional sobre el problema al que nos enfrentamos, y se busca que el futuro de la alimentación cambie de forma radical.
La idea de marcar justo este día en el calendario era destacar la importancia de la alimentación en la vida de todos los seres humanos. Porque si bien es cierto que aquellos que han nacido en entornos más o menos privilegiados no conocen lo que es el hambre, hay otros tantos que la sufren cada día. Y eso que, según señalan los datos que tiene la FAO hoy en día, cada año se produce más del doble de los alimentos necesarios para todas las personas del planeta. Y, sin embargo, alrededor de 790 millones de seres humanos pasan hambre. Es nuestra labor revertir la situación, ¡y eso es lo que se busca con este día!
Objetivos de este día
La Organización de las Naciones Unidas tiene marcados cuatro objetivos fundamentales este día, que son los siguientes:
- Concienciar sobre el hambre en el mundo. Pese a que pudiera parecer que todos conocemos la situación en la que nos encontramos, no siempre es así. Por eso es clave concienciar a la población de que el hambre continúa siendo un problema en muchas partes del mundo, pese a los avances tecnológicos que estamos viviendo en el ámbito de la alimentación. Para ello, este día trata de recordarnos que necesitamos tomar medidas para hacer frente a esta problemática de la mejor manera posible.
- Promover la seguridad en la industria de la alimentación. No solo es importante evitar el hambre, sino también conseguir que las personas tengan acceso a alimentos seguros para su salud. Nutritivos, en la cantidad adecuada y con controles de seguridad que garanticen su salubridad.
- Luchar contra la malnutrición, otro grave problema más allá del hambre. Porque la malnutrición no es solo desnutrición, sino también obesidad; hay zonas del mundo en las que prima una sobre la otra, pero ambas traen consecuencias nefastas para nuestra salud.
- Fomentar siempre una alimentación sostenible, un objetivo que va muy de la mano del anterior. No solo es importante luchar contra el hambre, sino también conseguir que aquellas personas que tienen acceso a alimentos sepan comer de forma sana. Y, además, protegiendo al medio ambiente con sus elecciones de consumo. Porque solo así podremos garantizar que en el futuro sea posible mantener una alimentación saludable.
El estado de la alimentación en el mundo
Uno de los grandes hándicaps a los que nos enfrentamos como sociedad es el estado de la alimentación a nivel internacional. Si bien es cierto que hemos avanzado mucho a nivel científico y tecnológico, seguimos teniendo problemas graves. Hay regiones que han logrado reducir el hambre notablemente gracias a estos avances, pero hay otros tantos que se siguen encontrando en una situación totalmente precaria.
Según datos de la FAO, en el año 2020 un 9,1 % de la población mundial sufría lo que se conoce como hambre crónica. Es decir, que no tienen acceso regular a alimentos que puedan ser considerados nutritivos. Además, a esto hemos de sumar que la pandemia que sufrimos ese año agravó la situación.
Junto al hambre, no podemos dejar de reseñar la importancia de la malnutrición a nivel global. Como hemos señalado, hay una inmensa cantidad de personas que, pese a poder nutrirse más o menos, no lo puede hacer de la forma más adecuada. Eso acaba por degenerar en una desnutrición, y es especialmente preocupante en el caso de los niños, puesto que genera retrasos en el crecimiento entre otros problemas. Y tenemos también la otra cara de la moneda: la obesidad, la sobrealimentación.
Al final, el problema reside en una desigualdad en el acceso a la alimentación. Un desequilibrio en la balanza, que hace que haya personas con sobrealimentación y otras que no pueden comer lo suficiente. Y es justo esto lo que se busca resolver, mediante la concienciación y la solidaridad.
La importancia de la alimentación saludable
Es crucial tener acceso a una alimentación saludable y completa, tanto por tu bienestar individual como por el colectivo. Y es que sus beneficios son inmensos:
- Se previenen una gran cantidad de enfermedades, desde diabetes tipo 2 hasta enfermedades cardíacas.
- Garantiza que haya un desarrollo y un crecimiento saludable, tanto a nivel físico como cognitivo.
- Nos permite ser sostenibles a nivel ambiental, y cuidar el impacto que tiene la producción de alimentos sobre nuestro entorno.
- Podríamos reducir el desperdicio de alimentos si realizamos una alimentación planificada, y esto es uno de los grandes problemas de nuestro mundo actual.
Sin duda, el Día Mundial de la Alimentación tiene una importancia que no podemos negarle en ningún momento. Es la motivación ideal para trabajar juntos contra uno de los grandes problemas de nuestro mundo: el hambre y la malnutrición.