Hay pocos productos que apreciemos más en España que el queso, en cualquiera de sus variedades. Y, por desgracia, su precio no hace más que aumentar en estos últimos años. Los costes que tienen que sufrir los ganaderos durante su producción son mayores, y eso repercute de forma negativa en nosotros como clientes. Pero ¿por qué es más caro? ¿Qué es lo que ha provocado esta inflación? Nosotros te lo contamos, y te resolvemos todas tus dudas.
Causas de la subida del precio
Seguramente habrás notado que tu cesta de la compra en general ha aumentado su precio, pero hay ciertos productos que sobresalen. Un claro ejemplo de ello es el queso, así como otros lácteos. Es algo que ya notamos en 2022, y que no ha hecho más que empeorar durante este 2023.
La principal causa del encarecimiento de este producto es la sequía, así como la increíble crisis que el sector vivió en 2022. La producción de leche bajó notablemente a nivel global, y fue durante ese año que comenzó a recuperarse la industria láctea. No obstante, esta recuperación también obligó a que las empresas bajaran ligeramente los precios de la leche, algo que también incitó que la producción bajara. Porque los costes continuaban siendo elevados, pero al haber más producción, se pedía que el precio bajara.
Como hemos señalado, el origen de esta subida de precio es la sequía que estamos viviendo. La falta de precipitaciones hace que las explotaciones de cereales sean cada vez menos numerosas; y los piensos de los animales se basan, sobre todo, en cereales. A esto hay que sumarle que la guerra que tiene lugar entre Rusia y Ucrania también encarece notablemente el precio de estos cereales. Y es que Ucrania era uno de los países que más cereales y semillas exportaba.
Al aumentar el precio del pienso, los costes que los ganaderos tienen que sufragar para mantener a sus animales crecen. Y esto debe repercutir, de forma necesaria, en el precio final de la leche y, por tanto, del queso. Porque en cuanto hay una escasez de un producto, mientras que la demanda se mantiene, el precio asciende notablemente. Y si bien parece que el precio ha ido moderándose poco a poco, continúa más alto de lo habitual.
Las nuevas medidas para el bienestar animal
No solo hemos de mencionar la situación tanto social como climática que estamos viviendo, sino que también es importante reseñar que hay una propuesta de mejora de bienestar animal que afectará directamente a la industria. Y es que quieren mejorar las condiciones tanto del transporte como de la cría y sacrificio final de los animales.
Por ejemplo, podría comenzar a ser obligatorio que la superficie dedicada por vaca aumentara hasta los nueve metros cuadrados, siempre cubierta y con un espacio para el descanso. Esto puede hacer que los costes aumenten aún más. Si bien son medidas necesarias, puesto que velan por el bienestar del animal durante su vida, han provocado ciertas polémicas. ¿Estaremos dispuestos a pagar la subida de precio que traen consigo estas medidas?
No solo hablamos de cambios en la vida del animal, sino también en el transporte. Se debe velar por la temperatura, buscando que los viajes sean más cortos para garantizar el bienestar de la vaca. Y esto también implica un sobrecoste en la cadena de suministro en general.
Impacto en la industria láctea
Es innegable que la producción de leche y, por tanto, de queso, se ha reducido en estos últimos años. A partir del año 2020, y acrecentado por la guerra en Ucrania, cada vez se produce menos leche. Y esto es lo que ha hecho que los precios asciendan de forma cada vez más notable. No es solo en España, sino que es algo que estamos viviendo a nivel global. Es más, son muchos los países que están exportando leche y queso de nuestro país, así como mantequilla, incrementando la demanda y provocando mayores subidas de precios.
Al final, el origen real de esta subida de precios es sencilla: hay escasez, pero la demanda continúa siendo elevada, y eso repercute en una subida de precios. Y, como ya hemos visto, hay diferentes motivos por los que podemos explicar esa escasez. Desde la subida de precio de los piensos hasta los cambios legislativos, que también pueden hacer que los costes aumenten demasiado. Los ganaderos que vean que la inversión que hacen tanto en animales como en materiales y cuidados no tienen sus beneficios, lógicamente optarán por dejar de hacer esa inversión. Porque continúa siendo un negocio, y esos ganaderos deben poder vivir del trabajo que realizan.
Sí es cierto que se espera que este 2023 la situación vaya mejorando poco a poco, pero será un proceso lento. Tendremos que esperar, y ver si se toman las medidas necesarias para ayudar a la industria láctea a recuperarse.