La receta de patatas al horno con queso es ideal para acompañar junto a una buen pescado o carne. Además de ser saludable, resulta fácil de cocinar. Para esta deliciosa receta, hemos elegido un queso emmental. Este queso es conocido por sus grandes agujeros, elaborado a base de leche de vaca. Es similar al queso gruyer.
Ingredientes para cuatro personas
- 4 patatas
- Queso emmental rallado
- Aceite
- Sal
💡 En Valle de Aras te recomendamos el auténtico queso emmental suizo de rueda para esta receta.
Elaboración
- Precalienta el horno a 240º. Lava muy bien las patatas y sécalas con un papel de cocina. Corta las patatas sin atravesarlas completamente.
- Utiliza una fuente apta para horno. Coloca las patatas con la parte cortada hacia arriba sobre papel de aluminio. Añade las especias al gusto (sal y aceite). Mete las patatas en el horno durante 40 minutos. Cuando lleve 20 minutos, vuelve a poner un poco de aceite sobre ellas.
- Una vez asadas, poner sobre la superficie queso rallado y vuelta al horno. Esperar hasta que el queso se funda y se dore un poco. Suele ser en torno a unos cinco minutos.
Maridaje
Vino tinto robusto: Un vino tinto con cuerpo y sabor intenso, como un Cabernet Sauvignon o un Malbec, puede complementar la riqueza de las patatas asadas y el queso derretido. Sus taninos y notas frutales pueden equilibrar perfectamente los sabores y texturas de este plato.
Cerveza negra o porter: Una cerveza negra o porter con su carácter tostado y notas de café y chocolate puede armonizar muy bien con las patatas asadas y el queso. La cremosidad de la cerveza puede contrarrestar la textura crujiente de las patatas y resaltar los sabores aterciopelados del queso.
Sidra seca o semi-seca: La frescura y la acidez de una sidra seca o semi-seca pueden cortar la grasa del queso derretido y equilibrar la untuosidad de las patatas asadas. Además, su sabor afrutado puede agregar un toque refrescante al plato.
Vino blanco afrutado: Un vino blanco con notas afrutadas y un toque de acidez, como un Riesling o un Gewürztraminer, puede complementar muy bien las patatas asadas con queso. Sus sabores frutales pueden resaltar los matices del queso y agregar un contraste refrescante al plato.
Refresco de jengibre: Si prefieres una opción sin alcohol, considera maridar tus patatas asadas con queso con un refresco de jengibre. Su sabor especiado y suavemente picante pueden realzar los sabores de las patatas y el queso, creando una combinación deliciosa y reconfortante.
Degustación
Esta fácil receta origen suizo se sirve caliente. Recién salidas del horno y a la mesa. Vuelan rápido del plato. También puedes añadir variantes como beicon o jamón y espolvorear con una pizca de perejil picado.
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