¿Eres un auténtico amante del queso? En ese caso, te gustará saber que es un alimento capaz de aportar una gran cantidad de beneficios a nuestro organismo. Y es que no solo cuentan con un sabor increíble, sino que también tienen un alto contenido en calcio, esencial para la salud de nuestro organismo. Hoy te vamos a hablar de cuáles son los tipos de queso más interesantes en este sentido, con un mayor contenido en calcio. ¡Sigue leyendo!
La importancia del calcio en nuestra dieta
Antes de ahondar en los tipos de queso que contienen más calcio, nos gustaría ahondar en lo importante que es que consumas este mineral de forma habitual en tu dieta. Y es que este es crucial para la salud de tus huesos y de tus dientes, puesto que aporta rigidez a su estructura. Aunque no solo eso, sino que también es crucial para conseguir que tus músculos funcionen, así como tus nervios.
Dependiendo de la edad de la persona, necesitará más o menos cantidad de calcio. Mientras que los bebés de hasta 12 meses solo necesitan alrededor de 200 mg, a partir de ahí la cantidad se incrementa. De 1 a 3 años, un niño necesita alrededor de 700 mg de calcio al día. Y desde los 4 años hasta los 71 años, lo ideal es consumir, como mínimo, una ración de 1.000 mg de calcio a diario. Y una de las mejores fuentes de calcio es, sin lugar a duda, el queso. A continuación, te dejamos una pequeña tabla para que puedas ver los tipos de queso que contienen más calcio. ¡Y ahora ahondaremos en cada uno de ellos!
Tipo de queso | Contenido de calcio (mg / 100 g) |
Parmesano | 1.187 |
Manchego curado | 848 |
Gruyère | 881 |
Emmental | 729 |
Roquefort | 720 |
Feta | 699 |
Cabrales | 647 |
Gouda | 625 |
Cheddar | 560 |
Havarti | 550 |
Provolone | 510 |
Brie | 450 |
Camembert | 450 |
Mozzarella | 320 |
Queso parmesano
Como ya habrás podido ver en la lista, el queso con mayor contenido de calcio (¡y con diferencia!) es el parmesano. Es un queso duro, originario de Italia, y que tiene un sabor extremadamente particular. Además, es muy versátil, puesto que es un queso que encaja con prácticamente cualquier plato. No obstante, te recomendamos que lo pruebes con pasta, porque es una auténtica delicia.
Queso manchego
Pasamos ahora a un queso español, el queso manchego. Está hecho con leche de oveja, y tiene un sabor mucho más suave que el anterior, aunque mantiene una textura firme. Es más, es perfecto para servir como tapa y disfrutar por sí mismo.
Queso gruyere
Viajamos a Suiza para hablar del queso gruyere, que se ha popularizado mucho debido a su sabor suave. Es semiduro, y se derrite con bastante facilidad, lo que hará posible que lo uses en una gran cantidad de recetas diferentes. Por ejemplo, en sándwiches, fondues, tostas… Una alternativa perfecta para la dieta diaria.
Queso emmental
El queso emmental seguramente te resultará muy conocido por sus agujeros, puesto que son los que lo han popularizado tanto. Asimismo, tiene un sabor a nuez muy suave, que también se ha granjeado el fervor de los amantes del queso. De nuevo, una gran fuente de calcio, puesto que una ración de 100 gramos cuenta con 729 mg de este mineral. Es de pasta dura, pero podrás encontrarlo en diferentes formatos para usarlo como desees.
Queso roquefort
El roquefort es el queso azul por excelencia; proviene de Francia, y tiene un sabor fuerte, intenso y muy duro, algo que se ha convertido en su seña de identidad. Es una auténtica delicia, tanto en pizzas como en platos de pasta. Y, en caso de que desees disfrutar de él de una manera diferente, te recomendamos que lo pruebes con espinacas. ¡Te encantará!
Queso feta
Pasamos ahora a un queso diferente, el feta, un queso fresco que encajará a la perfección con cualquier tipo de ensalada. Su sabor es mucho menos intenso que los que hemos visto antes, pero aún así es una delicia. Además, tiene la ventaja de ser muy saludable, ideal para una dieta baja en calorías.
Queso cabrales
Un queso azul español, con un sabor potente, audaz y ligeramente picante; eso es el queso de cabrales, uno de los grandes éxitos de nuestra gastronomía. Y con el que te recomendamos experimentar en diferentes platos, porque te va a sorprender gratamente el contraste que puede crear. Si no, siempre podrás disfrutarlo de forma individual. No solo es delicioso, sino también una buena fuente de calcio.
Queso gouda
El queso gouda es un éxito incluso entre aquellos que no son amantes del queso. Es originario de los Países Bajos, tiene una textura muy cremosa y suave, y un sabor muy ligero en el paladar. Es de pasta semidura, y se usa tanto como tapa como a modo de acompañamiento de carnes o pasta. Por ejemplo, derretido con una buena hamburguesa de ternera.
Queso cheddar
Aunque si hay un queso habitual en las hamburguesas, ese es el queso cheddar. Tiene un sabor más potente que el anterior, y derretido es una auténtica locura. ¡Raro es ir a una hamburguesería y no encontrarlo en una gran cantidad de productos! También es ideal para sándwiches, e incluso para pizzas.
Queso havarti
Este queso danés es conocido por tener una textura muy suave y cremosa. Si bien es cierto que su contenido de calcio por ración es menor que en los casos anteriores, sigue siendo una opción interesante en tu dieta. Sobre todo, por lo versátil que es.
Queso provolone
¿Eres fan de los quesos ahumados y con mucha personalidad? Pues lánzate a probar el provolone, porque te sorprenderá desde el primer momento. Suave, delicioso y cremoso, una auténtica delicia desde el primer momento.
Queso brie
Con una textura muy particular, el queso brie es capaz de enamorar a todo tipo de paladares. Es muy cremoso, ideal para untar o para usarlo a modo de base en una pizza, o sencillamente para mojar pan en él. Si lo sirves en tu mesa, rápidamente verás que todos los invitados se lanzan a por él. Y es que su suavidad es uno de sus puntos fuertes, así como su contenido en calcio.
Queso camembert
El queso camembert es muy similar al brie. Es originario de Francia, contiene una buena cantidad de calcio, y es fácil de introducir en la dieta por lo ligero de su sabor.
Queso mozzarella
Por último, pero no por ello menos importante, hemos de hablar del queso mozzarella. Su uso se ha popularizado mucho en estos últimos años, puesto que es uno de los quesos que más se recomienda cuando hay una dieta en la que se busca el déficit calórico. No solo tiene un alto contenido en calcio, sino también baja grasa y una buena cantidad de proteínas. ¡Y es un manjar!